El ceviche, el guacamole, los wontons, el pastel de queso con maracuyá, los Malos Furai, el arroz criollo, la pasta con vongole y langostinos, los Makis, los cebiches y el Suspiro limeña son algunos de los platos destacados.
El servicio es amigable, rápido, atento y servicial. A pesar de que no hablan mucho inglés, hacen lo mejor que pueden para atender a los clientes de manera eficiente.
El ambiente del restaurante es bonito, agradable, limpio y tranquilo. Además, está ubicado dentro de uno de los hoteles más hermosos de la isla, lo que le da un toque especial.
A pesar de no ser barato, los clientes consideran que la comida es exquisita, la presentación impecable y la atención exquisita, lo que hace que el precio sea más que razonable y valga la pena.
El servicio atiende todas las solicitudes de manera rápida y amigable, sirviendo la comida a todos al mismo tiempo. Los clientes se sienten emocionados y bien atendidos, lo que hace que la experiencia en grupo sea muy positiva.