La comida es deliciosa y auténtica, con sabores tradicionales árabes que te harán sentir satisfecho y contento.
El restaurante es acogedor, bien iluminado, con una buena temperatura y muy limpio. La música marroquí de fondo crea un ambiente relajante y agradable.
El personal es muy amable, atento y servicial. Te hacen sentir bienvenido y te aconsejan sobre los platos si no estás familiarizado con la comida árabe.
La calidad de la comida es excelente, con platos suntuosos y exquisitos. Los ingredientes son frescos y bien preparados, lo que se refleja en el sabor de cada bocado.
Sin duda alguna, recomendaría este restaurante a todos mis amigos y familiares. La experiencia gastronómica, el servicio y la calidad de la comida hacen que valga la pena visitarlo una y otra vez.