Los postres portugueses "Pastel de Nata" son muy buenos y comparables a los de Portugal.
La comida es deliciosa y el personal es amable.
El local tiene una buena vista y ofrece churros de calidad.
La cafetería ofrece opciones sin gluten, como pan y algunos dulces, lo cual es positivo para personas intolerantes.
Las otras chicas que trabajan en el establecimiento son simpáticas y agradables.
La dependienta informó a los clientes que ya no se hacen los famosos pasteles de nata de Portugal, a pesar de que en su Instagram los anuncian.
Los dulces y pasteles que ofrecen no son artesanales, sino industriales, y no hay variedad ni calidad.
El servicio en la pastelería es lento y poco eficiente, a pesar de que no había mucha gente esperando.
Existe riesgo de contaminación cruzada en la cafetería para personas intolerantes al gluten.
La atención al cliente es mala, con formas toscas y poco agradables por parte del personal.
Una de las camareras es desagradable y trata a los clientes con desprecio, lo cual afecta negativamente la experiencia en el establecimiento.
El horario de cierre del negocio no es claro y puede generar confusiones a los clientes.
Las ofertas sin gluten son limitadas, con poca variedad de productos disponibles.